miércoles, 19 de diciembre de 2007

CERVANTES,EL QUIJOTE Y BARCELONA

Barcelona, la única ciudad visitada por Don Quijote y Sancho, es también el punto más alejado de su aldea al que ambos se desplazan. La referencia precisa y concreta a Barcelona, en la segunda parte de la obra, contrasta con la indeterminación del espacio, “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarEn la Cataluña de la época se vivía más en vilo y con más peligros, si cabe, que en Castilla. Tanto es así que Don Quijote y Sancho no presencian ninguna muerte violenta hasta que no llegan a tierras catalanas ni antes toman parte en ninguna auténtica escaramuza. Tampoco hasta entonces han visto el mar; acostumbrados como están a su aldea de tierra adentro, nada saben de la vida en las ciudades, de su trajín y bullicio, con fiestas como la de San Juan, de su trazado, con casas señoriales con balcones, tal la de don Antonio Moreno, su anfitrión, que guardan modernos artilugios mecánicos, como la cabeza encantada. Además Cervantes aprovecha el paso de Don Quijote por tierras catalanas para tratar de dos temas candentes en su época: el bandolerismo y la expulsión de los moriscos. me,” aludido al comienzo de la novelaes muy probable que Barcelona sólo entrara en los planes narrativos del escritor a partir del momento en que éste lee en la continuación de Avellaneda que el Quijote apócrifo ha participado en las justas de Zaragoza, donde estaba previsto que fuera el verdadero, si el texto del presunto autor de Tordesillas no hubiera torcido sus primitivas intenciones. En última instancia, es Avellaneda el responsable de que Cervantes rechazara Zaragoza en favor de Barcelona cuando estaba terminando su obra. Pero ¿qué tenía Barcelona que no tuvieran otras ciudades españolas de la antigua Corona de Aragón para ser la elegida? Valencia, por donde consta documentalmente que pasó de regreso del cautiverio en Argel, mira también al mar -un aspecto que bien podía interesar al autor como generador de nuevos episodios quijotescos- y además en sus prensas se reedita dos veces la primera parte del Quijote en 1605. Cierto que, desde el castillo de los duques, Valencia quedaba más a trasmano, pero eso poco había de importar a Cervantes, acostumbrado a manejar el tiempo y las distancias a su antojo. La razón tiene que ser otra u otras. Y la primera está muy clara: Don Quijote va a Barcelona porque a Cervantes le da la real gana. ¿Tiene esa real gana cervantina algo que ver con una posible estancia del escritor en Barcelona o sólo con que la Cataluña de la época, infestada de bandoleros, dominada por banderías y cuyas costas eran de continuo acechadas por los ataques corsarios, propiciaba más aventuras que ningún otro lugar de la Península?

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